Discapacidad y Movilidad Humana

Por la inclusión de las personas con discapacidad en situación de movilidad humana en las Américas

Introducción

Debido a diversos factores, la información sobre la situación de las personas con discapacidad refugiada, desplazada y migrante es limitada en la región, lo que genera una serie de vacíos que impacta en los planes de respuesta y acción.

El estudio regional muestra un panorama sobre la situación y las necesidades prioritarias de las personas con discapacidad refugiadas, desplazadas y migrantes en la región. Permitiendo desarrollar una hoja de ruta con capacidades regionales de protección que ayude a fortalecer la inclusión de las personas con discapacidad en situación de movilidad humana dentro de las políticas y planes de los Estados y de las organizaciones humanitarias.

La recolección de información se desarrolló en Colombia, Chile, Ecuador, Perú, Venezuela, México y Centroamérica, identificando las condiciones específicas en los diversos contextos de desplazamiento que existen en la región.

El estudio comprende los vacíos y desafíos que enfrentan los Estados y las organizaciones humanitarias, muestra las barreras y los riesgos de protección que pasan las personas con discapacidad durante las diversas etapas del desplazamiento, que va desde la salida de su país de origen hasta las expectativas a futuro. También, nos brinda algunos elementos que nos permite comprender el impacto de la pandemia de COVID-19 en las personas con discapacidad.

Este estudio regional fue realizado por organizaciones de personas con discapacidad, liderado por la Red Latinoamericana de Organizaciones No Gubernamentales de Personas con Discapacidad y sus Familias (RIADIS) y elaborado conjuntamente con la Coalición México por los Derechos de las Personas con Discapacidad (COAMEX), México; la Sociedad y Discapacidad (SODIS), Perú; y Humanity&Inclusion (HI), Colombia; con el apoyo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Discapacidad y Movilidad Humana, responde a los compromisos de ACNUR en promover respuestas integrales y fortalecer la participación de las personas con discapacidad en situación de desplazamiento forzado, asegurando su protección, integración y la búsqueda de soluciones.

Un llamado a la acción

Gobiernos

Organizaciones Humanitarias

Situación de las personas en movilidad humana con discapacidad en las Américas

La motivación de salida del lugar de origen o residencia

El acceso limitado a los servicios de salud como la habilitación y rehabilitación, el alto costo de dispositivos de apoyo, la falta de acceso al empleo y pérdida de capacidad adquisitiva, así como la inseguridad a la integridad de las personas, debido a la violencia, persecución, conflictos, delincuencia y amenazas que ponen en peligro su vida y la de su familia, constituyen las principales razones de salida de sus países de las personas con discapacidad.

“Por la situación económica del país, por temas de salud, por seguridad personal, mi esposo estaba haciendo campaña y lo amenazaron.” (Entrevista mujer con discapacidad venezolana en Ecuador, 2020).

Las personas consultadas provenientes de Venezuela manifestaron que las condiciones actuales del país han llevado a una precarización de las condiciones de vida que se traduce en una vulneración a sus derechos humanos. Para las personas con alguna discapacidad, no solo se trata de la satisfacción de necesidades básicas sino de la imposibilidad de acceder a un sistema de salud y rehabilitación que responda a sus necesidades y asegure condiciones de vida dignas. Adicionalmente, situaciones de violencia y amenazas que ponen en riesgo la integridad y seguridad de las personas.

“(…) el ocho de octubre miembros de las pandillas atacaron, matando (…) al abuelo de mis hijos. Mi niño, el mayor, vio cómo lo iban siguiendo y uno de los pandilleros …se acercó con un arma, amenazándole y diciéndole que si él comentaba algo de lo que había visto, lo iban a matar…” (Entrevista mujer con discapacidad salvadoreña en México, 2020).

Las personas de países centroamericanos se ven forzadas a desplazarse, tanto a lo interno de sus fronteras como fuera de ellas, por razones de violencia, persecución, inseguridad a consecuencia del control que ejercen los grupos criminales y pandillas. También, estos factores se incrementan por la falta de oportunidades, la pobreza y los desastres naturales.

De las personas con discapacidad consultadas algunas identificaron que tuvieron muy poca o ninguna preparación antes de salir de su país de origen, en otros casos la decisión fue repentina por varias razones, principalmente por amenazas y persecución que ponía en peligro su vida. En esta situación las personas no tienen documentos o no cumplen con los requisitos impuestos en algunos países y se ven forzadas a cruzar las fronteras de forma irregular. Por otro lado, otras personas con discapacidad consultadas manifestaron haber recaudado dinero a través de ahorros y venta de objetos personales o incluso préstamos para lograr financiar su viaje.

El 77.2% de las personas con discapacidad consultadas indicaron que no recibieron ningún tipo de apoyo para salir del país, apenas el 18.9% mencionaron que recibieron apoyo económico de sus amistades y familiares, que en su mayoría se encuentran fuera del país y es a donde deciden desplazarse.

La trayectoria del desplazamiento

La evaluación identifica tres riesgos principales durante el trayecto o tránsito de las personas con discapacidad asociados a: la inseguridad y violencia; discriminación y la falta de accesibilidad.

Los riesgos asociados a la inseguridad y violencia se presentan principalmente a las mujeres, niñas y niños con discapacidad, quienes están mayormente expuestos a situaciones de abuso, violencia de género y violencia sexual por parte de grupos armados, pandillas, crimen organizado u otros.

Los riesgos aumentan cuando el tránsito es sin documentación obligando a al ingreso por pasos irregulares, exponiéndoles a robos, abusos, violencia o extorsión de los grupos criminales que están a lo largo de la ruta.

“…crucé [la frontera] por trocha, con la niña de un año con discapacidad y el bebé de dos meses…” (Entrevista a una madre de un hijo con discapacidad venezolano en Ecuador, 2020).

Debido a la situación de inseguridad y violencia la mayoría de las personas entrevistadas en los países participantes mencionan que desconocían qué pasos debían seguir para hacer una denuncia o prefirieron no acudir a la policía local y permanecer en el anonimato como medida de protección. La falta de una ruta de atención durante su desplazamiento incrementa los riesgos de protección existentes para una persona con discapacidad.

El 62% de las personas encuestadas han sido discriminadas con acciones y actitudes. Se evidenció que las personas con discapacidad en situación de movilidad humana sufren de una doble discriminación, ya sea por su condición de discapacidad o por su nacionalidad en los países de tránsito y de acogida, construyendo una barrera.

Hay una falta de accesibilidad en el transporte para la movilización, los entornos durante el viaje, las instalaciones físicas de las organizaciones humanitarias y de gobierno, y en el acceso a la información. Al menos la mitad de las personas en situación de movilidad humana con discapacidad y sus familiares mencionaron que durante su trayecto en los países de tránsito y de destino no recibieron información sobre sus derechos y servicios disponibles en formatos que fueran accesibles.

Durante los últimos años muchas de las personas con discapacidad consultadas en México y Centroamérica manifestaron que el desplazamiento a través de las denominadas “caravanas migrantes” resulta mucho más fácil, ya que en cierta medida viajan acompañados/as y reciben apoyo en ciertos momentos durante el trayecto donde la movilización por su propia cuenta sería compleja.

Existe una prevalencia de discapacidad que se adquiere en el tránsito, principalmente en la ruta hacia México y Estados Unidos debido a la utilización de trenes de carga conocido como “la bestia”.

Situación en el lugar de acogida

Las barreras sociales, culturales, políticas, comunicacionales, actitudinales, ambientales e institucionales limitan su inclusión en los países de acogida de las personas con discapacidad. Algunos ejemplos son la falta de empleos, la discriminación por nacionalidad y discapacidad, acceso a procedimientos de asilo y procesos de regularización, a la justicia y otras acciones de protección.

Uno de los principales obstáculos a sus derechos es la dificultad de acceder a la certificación de la discapacidad en los países de acogida que tiene un impacto para poder tener acceso a los sistemas de salud, educación y protección social.

El 61% de personas con discapacidad tuvieron acceso a los servicios de salud pública en los países de acogida. Sin embargo, el 56% manifestaron estar medianamente a totalmente insatisfechos por los servicios de salud recibidos.

El 28% de las personas refugiadas, desplazadas y migrantes con discapacidad, familiares y/o personas de apoyo están desempleadas; el 8% tiene un empleo formal; el resto realizan trabajos eventuales o temporales, como ventas ambulantes, o han iniciado algún emprendimiento. En Centroamérica, 2 de cada 3 personas se han visto obligadas a realizar actividades económicas primarias de bajos ingresos y sin prestaciones laborales.

He estado buscando trabajo y no he podido encontrar. Por una parte por la pandemia. Y otra, por mi discapacidad. La empresa como que no me dan prioridad. Entonces sí le estoy batallando. Vamos a seguir buscando, porque no queda de otra." (Entrevista hombre con discapacidad hondureño y mexicano por naturalización en México, 2020)

El 81% de las personas encuestadas afirman que los niños, niñas y adolescentes con discapacidad si tienen acceso a la educación pública, sin embargo, el 55% de las personas consultadas consideran que no un sistema educativo público incluyente, que no reconoce las necesidades de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad.

Más del 50% de las personas encuestadas no pueden pagar el servicio de conectividad a internet, el 18% no tiene un teléfono móvil, y el 16% no cuenta con las habilidades para manejar y usar las aplicaciones.

Recurrentemente se destaca la poca accesibilidad en los canales de comunicación de las organizaciones humanitarias y de las instituciones del Estado. Se evidencia la falta de intérpretes de lengua de señas, local y del país donde proviene la persona en situación de movilidad humana, y en la mayoría de los casos la forma de informar o comunicar no es de acceso universal.

El 86% de las personas con discapacidad encuestadas manifiestan que participan medianamente o no participan en las consultas o procesos de toma de decisiones. Se debe trabajar en propiciar los espacios de participación para las personas con discapacidad a fin de que su voz sea escuchada.

Expectativas hacia el futuro


Las expectativas inmediatas de las personas encuestadas giran en torno a dos factores fundamentales: mejorar sus condiciones económicas a través del empleo o emprendimientos y regularizar su situación legal en el país de acogida.

El 52% de las personas encuestadas se siente optimista sobre las expectativas hacia el futuro, mientras que el 46% percibe un futuro incierto con pocas posibilidades.

Algunas de las personas con discapacidad en situación de movilidad humana consultadas, manifestaron que tienen la expectativa de algún día poder regresar a su país de origen, cuando las condiciones que dieron paso a su salida cambien y sientan que puedan construir una vida.

“Yo me imagino un futuro en mi país, que hayan condiciones para poder estabilizarse y que no sea tan complicado cubrir las necesidades.” (Entrevista a un hombre con discapacidad visual venezolano en Chile, 2020).

Pese a las diversas barreras identificadas hacia las personas con discapacidad en situación de movilidad humana, existen algunos elementos facilitadores, tales como: redes de apoyo, la priorización en los programas de asistencia humanitaria, la articulación del trabajo para brindar medidas de protección y la solidaridad y apoyo de las comunidades de acogida.

HISTORIA: La vida es una ‘ardua batalla’ para las personas desplazadas con discapacidad

Manuel trabajó como conductor: transportaba pasajeros en ferry por su natal Guatemala. Por desgracia, se convirtió en blanco de un grupo criminal, cuyos integrantes comenzaron a extorsionarlo exigiendo pagos semanales; estos eran tan onerosos que Manuel no podía cubrirlos. Como represalia, lo golpearon con tal brutalidad que su pierna izquierda tuvo que ser amputada, y tanto él como su esposa, Ana, no tuvieron otra opción que huir del país.

Ana y Manuel tomaron algunas pertenencias y, para no someter a sus hijos al trauma y a los peligros del viaje, los enviaron con familiares en una región distante en el país centroamericano. Manuel y su esposa tomaron varios autobuses para atravesar la frontera norte con México.

“Fue muy difícil porque apenas habían pasado cuatro meses desde la amputación”, recordó Manuel.

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El impacto de la COVID-19 en las personas con discapacidad en situación de movilidad en las Américas

Se identificó que la principal problemática provocada por la pandemia es la pérdida de fuentes de ingresos, debido a que la mayoría de las personas con discapacidad en situación de movilidad humana se dedicaba al trabajo informal. Esto trajo consigo que las personas refugiadas y migrantes con discapacidad tuvieran acceso limitado a la alimentación, los medicamentos y el pago del alquiler elevando los riesgos de desalojos.

Más del 50% de las personas encuestadas mencionaron que no recibieron asistencia humanitaria durante la pandemia. De las personas que recibieron asistencia el 50% considera que no ha sido inclusiva, y no toma en cuenta las necesidades específicas de las personas con discapacidad. 

Las medidas de distanciamiento han representado restricciones en la movilidad de las personas con discapacidad visual y auditiva debido a la pérdida de apoyo durante el desplazamiento por las ciudades. El confinamiento afectó a la salud mental de las personas con discapacidad, provocando depresión, ansiedad y tensión en las relaciones interpersonales a lo interno de las familias.

Sin duda alguna, con el incremento de la utilización de mecanismos virtuales como forma de comunicación remota durante la pandemia, se visibiliza la brecha en el acceso a la tecnología, acceso a los servicios de internet y telefonía, así como la falta de formatos accesibles para los diferentes tipos de discapacidad.

Conclusiones y Recomendaciones


El estudio regional nos permite conocer e identificar vacíos y oportunidades para trabajar de forma integral en favor y con las personas con discapacidad refugiadas, desplazadas y migrantes. Entre los principales puntos se consideran:

Los Estados:

Las organizaciones humanitarias y de gobierno:

Las personas en movilidad humana con discapacidad:

Organizaciones Aliadas

COAMEX HI SODIS